El Ducado de Gandía: Un legado histórico de la Casa de Borja

El Ducado de Gandía es uno de los títulos nobiliarios más importantes de España, con una fascinante historia que se remonta al siglo XV. Originario de la Corona de Aragón, este ducado fue creado por los Reyes Católicos el 20 de diciembre de 1485 a favor de Pedro Luis de Borja, hijo del cardenal Rodrigo de Borja, quien más tarde se convertiría en el Papa Alejandro VI.

La ciudad de Gandía, ubicada en la provincia de Valencia, se convirtió en la capital de este ducado. El Palacio Ducal de Gandía, una impresionante estructura renacentista, fue la residencia principal de los duques. Además, el Monasterio de San Jerónimo de Cotalba, situado en la cercana localidad de Alfahuir, también estuvo estrechamente vinculado a la historia del ducado.

A lo largo de los siglos, el Ducado de Gandía ha estado en manos de varias familias nobles, incluyendo la Casa de Aragón, la Casa de Trastámara, la Casa de Borja, la Casa de Pimentel y la Casa de Téllez-Girón. Sin embargo, fue durante el período de la Casa de Borja cuando el ducado alcanzó su mayor esplendor.

Uno de los duques más destacados fue San Francisco de Borja, IV duque de Gandía. Nacido en 1510, Francisco de Borja fue un noble, político y religioso español que llegó a ser el tercer General de la Compañía de Jesús. Durante su mandato como duque, Gandía vivió una época de gran prosperidad cultural y económica.

Sin embargo, el Ducado de Gandía también enfrentó momentos difíciles. En 1609, el rey Felipe III ordenó la expulsión de los moriscos, lo que afectó negativamente al ducado y a la producción de azúcar en las tierras de Gandía. La pérdida de mano de obra experta en este cultivo llevó a una disminución significativa de las rentas del ducado.

A pesar de estos desafíos, el Ducado de Gandía continuó siendo un título codiciado. En 1755, tras un largo pleito sucesorio, los estados y títulos fueron incorporados a la Casa de los Condes-Duques de Benavente. Más tarde, en 1771, María Josefa Alonso Pimentel y Téllez-Girón, al contraer matrimonio, incorporó el ducado a la Casa de Osuna.

Actualidad

En la actualidad, el Ducado de Gandía sigue siendo un testimonio vivo de la rica historia de España. La XX y actual duquesa de Gandía es Ángela Ulloa y Solís-Beaumont, quien también ostenta los títulos de XIX marquesa de Peñafiel y XXI condesa de Ureña.

El legado

El legado del Ducado de Gandía se puede apreciar en los monumentos históricos que aún se conservan, como el Palacio Ducal de Gandía y el Monasterio de San Jerónimo de Cotalba. Estos lugares no solo son testigos silenciosos de la grandeza pasada, sino que también atraen a visitantes de todo el mundo interesados en la fascinante historia de este ducado.

En conclusión, el Ducado de Gandía es un tesoro histórico que nos transporta a una época de esplendor, intrigas y desafíos. Su historia, entrelazada con la de las grandes casas nobiliarias de España, es un recordatorio de la complejidad y la riqueza del pasado. A través de su legado arquitectónico y cultural, el Ducado de Gandía continúa inspirando a las generaciones presentes y futuras, invitándonos a explorar y apreciar la fascinante historia de España.