La cueva del Parpalló es un abrigo natural dentro del Paraje Natural Municipal Parpalló-Borrell, el cual se encuentra localizado dentro del término municipal de Gandia. Se trata de una visita esencial para amantes de la historia y la arqueología, ya que contiene un importante yacimiento arqueológico con restos de asentamientos humanos de hace más de 20.000 años.
Contenidos
La Cueva Santuario
Este santuario prehistórico es uno de los más importantes a nivel europeo, con más de 6.000 plaquetas de piedra caliza con diferentes representaciones grabadas y pintadas. Además de ser considerado un bien de interés cultural, está en proceso de revisión por la UNESCO para ser incluido en la lista de patrimonio de la humanidad.
Los restos más antiguos encontrados en este yacimiento son de la época Paleolítica Superior, y es considerado una de las representaciones de arte prehistórico mueble más importantes de todo el continente europeo.
En el lugar, podremos encontrar la entrada a la cueva en una grieta que mide aproximadamente 15 metros de altura por 4 metros de ancho ubicada en una de las laderas del paso en el que se encuentra.
Descubrimiento histórico del yacimiento
Antes del descubrimiento del yacimiento arqueológico de la cueva, esta solía utilizarse como refugio para pastores y sus rebaños. También fue utilizada para la extracción de pedernal, material muy abundante en su interior.
En el año 1872, Joan Vilanova i Piera realizó unas prospecciones donde recuperó un conjunto de piezas de material arqueológico, lo que animó a aficionados de la materia a investigar y realizar más prospecciones.
Cerca de 1913, el abate Henri Breuil realizó nuevas prospecciones, encontrando más material arqueológico como piedras de sílex o antiguos restos de caza, deteniendo por completo la investigación al inicio de la Primera Guerra Mundial.
En 1928, Lluís Pericot realizó varias excavaciones en el lugar ayudado del Servicio de Investigación Prehistórica de la Diputación y se continuaron en 1929 y 1930, hallando más de 6000 plaquetas decoradas, las cuales otorgan gran importancia a este yacimiento arqueológico.
La vida en la cueva
La cueva estaba habitada por grupos que no solían superar los 12 individuos de forma estacional, ya que seguían un estilo de vida nómada. Se asentaban en este lugar debido a la vista panorámica que se tiene de toda la zona, lo que hacía fácil observar los pasos de animales que solían merodear por la zona, principalmente herbívoros.
Estos grupos vivían principalmente de la caza y se especializaron en el uso de utensilios como el arco y otros tipos de propulsores, siendo los ciervos, conejos y cabras montesas sus presas más habituales.
También subsistían a base de frutos silvestres y bayas, e incluso se han encontrado restos de actividad pesquera y marisqueo en este yacimiento, como arpones o conchas de diferentes especies de moluscos.
Sobre sus técnicas de elaboración de alimentos, se cree habitualmente cocinaban las presas que cazaban, pero también se han encontrado restos de técnicas de conservación naturales como el ahumado o el curado de la carne.
En este yacimiento se han encontrado restos de utensilios utilizados para la elaboración de ropa, como agujas y punzones, por lo que ya poseían cierta habilidad para la elaboración de prendas para vestirse, elaborada principalmente con pieles de animales de caza y adornada con conchas, huesos y astas. Aquí también se han encontrado accesorios y complementos como collares y pulseras elaborados con esos mismos materiales.
También se han encontrado varios enterramientos a lo largo de la cueva, lo que ayuda a conocer cómo eran las costumbres funerarias de aquella época. De entre todos los enterramientos, destaca el estado de conservación del cráneo de una chica de 15 años, enterrado hace aproximadamente 20.000 años.
El arte de la cueva
La cueva del Parpalló también es hogar de diferentes representaciones de arte rupestre, siendo considerado el yacimiento de arte mueble más grande del mundo, con más de 6.000 plaquetas decoradas con diferentes pinturas, grabados y representaciones.
En concreto, se han encontrado más de 750 representaciones de animales habituales en la zona, más de 4.000 signos, 8 grabados con posibles formas humanas y otros 8 trazos desconocidos de los cuales no se conoce su significado o son descartes. Por eso mismo, es una visita obligada para aquellos amantes de la arqueología, la prehistoria, el arte y las culturas antiguas.
Centro de interpretación de Parpalló Borrell
El centro de interpretación de Parpalló Borrell tiene la función de divulgar y ayudar al visitante a interpretar aspectos ambientales del paraje. En concreto, los orígenes de los relieves, la influencia del agua como modelado del paisaje, la evolución que este ha presentado desde la época del Paleolítico hasta la actualidad, la flora y fauna que lo habita, la protección frente a los incendios forestales y la conservación de la biodiversidad y, como no, la cueva del Parpalló.
Horarios y ubicación
La visita a la cueva comienza habitualmente con la visita del centro de interpretación y de ahí se puede subir a la cueva caminando o en bicicleta. La visita se realiza con monitores ambientales que detallan toda la información del contenido museístico del centro.
- Precio entrada la cueva del Parpalló: 2€
Ubicación de la Cueva del Parpalló (mapa)
Horario de invierno
- Fines de semana: 10:00h a 14:00h
- Entre semana: Reserva previa para grupos
Horario de verano
- Fines de semana: 9:30h a 13:30h
- Entre semana: Reserva previa para grupos
Contacto: 96 287 70 00 — parpalloborrell@gandia.org