En un emocionante giro de los acontecimientos, las reliquias de San Francisco de Borja, están a punto de emprender un viaje que las llevará de regreso a su hogar espiritual en Gandia. Después de 51 años, estos preciados restos mortales serán trasladados desde Madrid hasta la parroquia de San Francisco de Borja en Valencia y, posteriormente, a la Insigne Colegiata de Gandia.
El traslado, un evento histórico
Con la bendición del Arzobispo de Valencia, Enrique Benavent Vidal, y la aprobación del Superior Provincial de la Compañía de Jesús en España, Enric Puiggròs Llavinés, este traslado tiene como objetivo principal fomentar la devoción hacia el IV Duque de Gandia y III Prepósito General de la Compañía de Jesús. Durante aproximadamente dos semanas, incluyendo la celebración del Novenario y la Fiesta al Santo Duque, los fieles tendrán la oportunidad de venerar los restos mortales del Santo Patrono de Gandia.
La última vez que las reliquias de San Francisco de Borja visitaron la archidiócesis de Valencia fue hace 452 años, en 1973. En aquella ocasión, la parroquia de San Francisco de Borja en Valencia recibió las reliquias de su santo patrón, y posteriormente, los restos mortales regresaron a Gandia, siendo recibidos por el entonces Arzobispo de Valencia.
Preparación para el Año Jubilar
Este traslado de las reliquias cobra aún más relevancia en el contexto del próximo Año Jubilar convocado por el Papa Francisco para conmemorar los 2025 años de la venida de Cristo a la tierra. En el pasado, la Duquesa María Enríquez de Luna, en preparación para el Año Santo de 1500, concluyó la construcción de la Parroquia de la Asunción de Ntra. Sra. en Gandia y solicitó elevarla a la categoría de Colegiata. Ahora, tanto el Abad de Gandia como el párroco de San Francisco de Borja de Valencia ven en este traslado una oportunidad para impulsar la fiesta y la devoción hacia el Santo Patrono de la ciudad ducal.
Un recorrido histórico
La historia de las reliquias de San Francisco de Borja está marcada por numerosos traslados desde su fallecimiento en Roma en 1572. Desde la iglesia de Il Gesù hasta Madrid, pasando por diversas ubicaciones a lo largo de los siglos, incluyendo la expulsión de la Compañía en 1767 y la invasión francesa en 1809, las reliquias han sido testigo de momentos cruciales de la historia. Finalmente, en 1901, encontraron su hogar en la iglesia de San Francisco de Borja en la calle de la Flor Baja, donde reposaron durante 137 años.
El regreso de las reliquias de San Francisco de Borja a Gandia es un evento trascendental que une pasado, presente y futuro. Es una oportunidad para fortalecer la fe, celebrar la historia y prepararse para el Año Jubilar venidero. Este viaje a través del tiempo nos recuerda la importancia de honrar y preservar nuestro patrimonio espiritual, mientras nos inspira a seguir el ejemplo de aquellos que han dejado una huella indeleble en nuestra fe y nuestra cultura.